Para prestar un servicio de salud con calidad, es necesario la realización de proyectos de gobierno con implicancias sociales. estos proyectos no pueden desarrollarse en forma aislad sino que en forma articulada como sistemas de agua potable, desagüe, manejo de residuos sólidos, reducción de niveles de pobreza con el incremento de las oportunidades de trabajo disminuyendo el desempleo.
Los expertos recomiendan que la financiación del sistema de salud debe orientarse a la financiación tripartita estado, privados y trabajadores, disminuyendo el subsidio e incrementando el régimen de contribución. de tal forma que los sectores productivos contribuyan al sistema de la seguridad social. Por ello el análisis de que los sistemas de seguridad social deben de existir en todo país, con propuestas de gestión activa.
En nuestro medio las empresas prestadoras de salud, en su mayoría, atienden consultas medicas, no incluyen el tratamiento medico ni farmacológico. Por lo que las políticas de salud deben ir orientadas por una atención de seguridad social integral. El gobierno debe evaluar y plantear las soluciones en los casos de que las aseguradoras no incluyan la atención de enfermedades preexistentes, para que todo la población tenga acceso integral a los sistemas de salud.
Cuando se da la flexibilizaron laboral, se tiene el riesgo de dejar desprotegida a la población respecto a la salud y recursos para las pensiones.
Por lo que es necesario el financiamiento tripartito en el que participe el trabajador, la empresa y el gobierno.
Respecto a los regímenes subsidiarios, las experiencias enseñan que están condenadas al fracaso financiero, ya que los gobiernos no cuentan con todos los recursos para ofrecer protección de salud, invalidez y vejez.
Hay autores que analizan la afectación de la dignidad del ser humano ya que no considera a la salud como un derecho sino como una obra de beneficencia. Facilitando la manipulación política de la salud.
Cuando se da la flexibilizaron laboral, se tiene el riesgo de dejar desprotegida a la población respecto a la salud y recursos para las pensiones.
Por lo que es necesario el financiamiento tripartito en el que participe el trabajador, la empresa y el gobierno.
Respecto a los regímenes subsidiarios, las experiencias enseñan que están condenadas al fracaso financiero, ya que los gobiernos no cuentan con todos los recursos para ofrecer protección de salud, invalidez y vejez.
Hay autores que analizan la afectación de la dignidad del ser humano ya que no considera a la salud como un derecho sino como una obra de beneficencia. Facilitando la manipulación política de la salud.
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